La Industria Mexicana de Reciclaje,
IMER, es la primera planta de reciclado de plástico PET (grado alimenticio) en
México y la de mayor capacidad en América Latina.
Gracias a la suma de esfuerzos de
Coca-Cola de México, Coca-Cola Femsa y Alpla, la planta de reciclaje IMER fue
inaugurada en 2005. Desde entonces, más de 12 mil toneladas de PET han sido
procesadas Y COCA-COLA es una de las asociaciones del IMER lo siguiente es lo que podemos ver que aporta.
Misión
Contribuir al desarrollo sustentable de las comunidades a través de la suma de voluntades entre iniciativa privada, asociaciones y autoridades.
El compromiso de Coca-Cola con el planeta
se ve reflejado mediante el desarrollo y uso de empaques eco-amigables. La meta
es lograr que nuestros empaques se perciban como fuente de valor y no como
desecho. Se buscará cumplir el objetivo inspirando a nuestras comunidades a
proteger el medio ambiente mediante la educación, promoviendo el reciclaje y
potenciando el acopio de empaques usados.
Hoy por hoy Coca-Cola es miembro fundador
de ECOCE, asociación civil enfocada en el desarrollo de Planes de Manejo de Residuos
Sólidos. Así mismo se construyó la Planta de Reciclado de PET, cuya tecnología
permite convertir el plástico de nuevo en empaques para alimentos y bebidas.
Metas
· Desarrollar empaques eco-inteligentes que se perciban
como fuente de valor y no como desecho.
· Creación y participación en ECOCE, única organización
en Planes de Manejo de Residuos Sólidos (PET)
· Programa de aligerado de envases, para consumir menos
materiales y disminuir la cantidad de residuos, ahorrando energía en la
elaboración de nuestros envases.
· Construimos la planta de reciclado de PET (botella a
botella) grado alimenticio en México de mayor capacidad en el mundo. Tecnología
desarrollada por Coca-Cola / URRC. Recicla 25,000 tns. de PET.
Pero esta no es la unica asociacion que existe ya que hay mas asociaciones.
La industria del reciclaje en México sigue siendo, en la práctica, un terreno en el que se mueven organizaciones de pepenadores, dirigidas casi en la sombra por unas cuantas personas; actividad en la que las cuentas son tan opacas como una bolsa de basura y la regulación gubernamental es mínima, la tecnología escasa y la planeación muy limitada.
De acuerdo con la Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso), en cuatro décadas la generación de residuos sólidos municipales se incrementó nueve veces y su composición cambió de mayoritariamente orgánica, fácilmente integrable a los ciclos de la naturaleza, a múltiples elementos, cuya descomposición es lenta y requiere procesos complementarios para efectuarse.
De acuerdo con la Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso), en cuatro décadas la generación de residuos sólidos municipales se incrementó nueve veces y su composición cambió de mayoritariamente orgánica, fácilmente integrable a los ciclos de la naturaleza, a múltiples elementos, cuya descomposición es lenta y requiere procesos complementarios para efectuarse.
El año pasado la dependencia firmó un convenio con la Confederación de Cámaras Industriales para recoger botellas, lo que requirió 50 millones de pesos para instalar 17 plantas recolectoras. De noviembre a la fecha se han colectado 36 millones de botellas, 0.4 por ciento del total producido.
En el Instituto de Biotecnología de la Universidad Nacional Autónoma de México se trabaja en un proyecto para desarrollar una bacteria capaz de permitir que los envases de plástico puedan ser degradados ambientalmente, una tecnología que se encuentra en la fase más temprana de investigación, pero constituye el siguiente paso para la industria del reciclaje, comentó el investigador José Luis Puente García.
En poco menos de 40 años, la generación de desechos sólidos por persona en México se multiplicó nueve veces. Cambió el tipo de desperdicio de materiales orgánicos a inorgánicos, como los envases plásticos. Las grandes concentraciones humanas están ahora en centros urbanos, pero esa dinámica poblacional no ha estado acompañada por una política integral y de largo plazo para procesar o reciclar los desechos.
"El reciclaje se hace a través de una pepena subterránea, donde valorizan los residuos sólidos", según un dirigente del sindicato patronal que habla a condición de no ser citado por su nombre. "Una vez que el desecho ya adquirió un valor, entra una cadena de comercialización también subterránea, al margen del mercado formal, pero que evidentemente genera riqueza."
El reciclaje de tales residuos es impenetrable para otros empresarios de la industria nacional; se podría decir que hasta para las autoridades federales, estatales y municipales.
Desde hace más de medio siglo, la "pepena" de residuos sólidos dedicados al reciclaje genera grandes riquezas económicas para unos cuantos empresarios que detentan este monopolio de tipo familiar.
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